Tras haber sustituido todos los canalones de una comunidad de propietarios en la localidad de Aroche, en pleno Parque Natural Sierra de Aracena, resultó que uno de los inquilinos de dicho inmueble es el director de un colegio público de la vecina localidad de Aracena, en el que precisamente estaban teniendo una serie de problemas derivados de las lluvias que habían caído con bastante intensidad y que causaban manchas de humedad y un deterioro bastante notorio de las distintas fachadas del edificio.
Al ver el resultado de nuestro trabajo en su bloque de pisos, nos expuso la situación y el problema que tenían, para ver si le podíamos plantear alguna solución.
Nos desplazamos hasta el colegio y pudimos comprobar que los tejados terminaban en un pequeño voladizo en el que no había instalado ningún sistema que recogiera el abundante agua de lluvia que cae en esa zona, que además, pasa por ser una de las más lluviosas de Andalucía. Eso provocaba que, al llover, el agua cae directamente en gran cantidad y chorreaba sobre las fachadas. Dado que el edificio era ya antiguo y no había tenido un buen mantenimiento, había defectos en los cierres de las ventanas por donde entraba el agua, provocando problemas de humedades, pujamiento de paredes y deterioro del mobiliario situado junto a estas ventanas.
Además, en algunas zonas de los patios del colegio, se formaban unos enormes charcos que impedían jugar a los alumnos en los días posteriores a una fuerte tormenta.
Tomamos medidas y elaboramos un presupuesto que incluía la instalación de un modelo de canalón con un ancho especial por todo el voladizo y explicábamos que habría que ajustar y fijar bien a los tejados esta estructura, dado el poco espacio que quedaba entre tejado y pared. Así garantizamos la recogida de todo el agua que caiga sobre los tejados, sin que vuelva a chorrear por las fachadas.
Para evitar que toda la cantidad de agua se vertiera sobre el suelo del patio y siguiera provocando los grandes charcos, diseñamos un sistema de conducción para llevar todo el agua de lluvia hasta unos depósitos especialmente instalados para almacenar el agua, con el fin de utilizarla como agua de riego en el pequeño huerto escolar con cuenta el centro.
Acompañamos este presupuesto de un catálogo donde se detallaban los materiales, sistemas de fijación, los plazos de ejecución y la garantía con que contaba nuestro trabajo.
Les pareció una solución perfecta y apropiada, además de un presupuesto bastante ajustado, por lo que nuestro proyecto fue aprobado y pudimos ejecutarlo.
El resultado fue perfecto y nos dejó muy satisfechos a todos. Esto nos ha abierto las puertas para otros trabajos en toda la provincia de Huelva, además de la posibilidad de prestar nuestros servicios en Sevilla y Cádiz.
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