Gracias a que habíamos instalado los canalones en casa de unos amigos, Antonio José y Mari Carmen contactaron con nosotros para que fuésemos a su casa de campo a revisar los antiguos canalones que aún tenían instalados. Nos habían llamado por recomendación de unos amigos a los que ya les habíamos sustituido todos los canalones de su casa y que, a tenor de lo que contaban Antonio José y Mari Carmen, quedaron muy satisfechos con nuestro trabajo.
Cuando llegamos hasta la finca, nos quedamos impresionados de la gran casa que teníamos ante nosotros: se trataba de un antiguo cortijo que habían ido restaurando poco a poco. Ya habían rehabilitado todas las dependencias interiores y quedaban pendientes las fachadas y tejados. Antes de restaurar las paredes exteriores y pintar, debíamos ocuparnos de los canalones de toda la vivienda. Pudimos comprobar que estaban muy deteriorados, incluso faltaban tramos que se habían caído. por no haber tenido ningún tipo de mantenimiento durante muchos años.
El cortijo contaba con un antiguo aljibe romano que se encontraba bajo tierra, en perfecto estado de conservación, que mantenía intactas las conducciones para llevar el agua hasta el huerto donde podían regar con abundancia, frutales y flores.
Nos pusimos manos a la obra y desmontamos (sin ningún coste adicional) los restos del viejo canalón, sustituyéndolo por uno totalmente nuevo, en aluminio e integrado en la arquitectura de la fachada y el tejado, pasando prácticamente desapercibido. También sellamos la canal maestra que atravesaba por la mitad los tejados del cortijo, recogiendo así una ingente cantidad de agua los días de lluvia. Con esto eliminamos los problemas de humedad que habían aparecido en las habitaciones de la planta de arriba de la vivienda.
Con la nueva instalación de nuestro canalón, conseguimos recoger todo el agua que cae sobre el tejado y, dadas las grandes dimensiones de la techumbre, debíamos pensar en una solución para que, en caso de lluvia, no se crearan grandes charcos en las zonas de desagüe. Así que estudiamos la solución para conducir todo el agua recogida hasta el aljibe, resolviendo así el problema.
Antonio José y Mari Carmen quedaron muy contentos con el resultado y el precio de nuestro trabajo y nosotros, tremendamente satisfechos de haber creado otro cliente que, a buen seguro, nos recomendaría entre sus familiares y amigos.
Por suerte, casos como este del Aljarafe Sevillano también los podemos contar en otros puntos de la provincia de Sevilla, Huelva y Cádiz donde prestamos servicio.
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